Asimismo, los estudiantes chilenos pidieron el fin del endeudamiento estudiantil y del acoso en los establecimientos educacionales.
También incluyeron demandas nacionales, como el rechazo al Tratado Transpacífico y el fin del sistema previsional privado. Fueron duramente reprimidos.
Los gases, el agua pestilente y los golpes policiales no consiguen intimidar a estos jóvenes que consideran hipotecado su futuro en un sistema educativo mercantil. Es la primera movilización del año, en todo Chile. Son estudiantes universitarios y secundarios.
Nuevamente los estudiantes se hacen cargo de los problemas de toda la sociedad chilena.
Es la reedición de la épica lucha estudiantil contra el lucro en la educación.
Miles de estudiantes han perdido la gratuidad conseguida durante el gobierno anterior, de Michelle Bachelet.
Una controvertida ley reciente, denominada Aula Segura, ha permitido una masiva cacería policial contra niños y adolescentes en los liceos más movilizados.
La marcha se desarrolló en total calma hasta que aparecieron estos sujetos, las Fuerzas Especiales. Lograron así convertir la manifestación en un nuevo espectáculo de violencia.
Alejandro Kirk, Santiago.
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