Luego de que la Policía levantara varios bloqueos en las regiones este sábado y domingo, el movimiento de protesta que se ha mantenido por más de dos semanas en todo el país se trasladó a San José (la capital) para marchar a la casa presidencial.
Los millonarios casos de corrupción sin resolver, las amnistías tributarias, la evasión de impuestos, el aumento desmedido de la desigualdad y el alto costo de la vida son algunos antecedentes de una crisis contenida, que luego de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y sus consecuencias en el empleo y la deuda pública han desatado el descontento de las zonas más pobres del país.
El Gobierno costarricense por su parte anunció la conformación de una mesa de diálogo para la próxima semana, pero sin invitar directamente a los grupos que se manifiestan.
Luego de que un grupo reducido arremetiera contra la fuerza pública, la policía antimotines dispersó la manifestación sin que las demandas del movimiento fueran atendidas por el gobierno.
Mauricio Inostroza, San José.
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