Estados Unidos ha enfrentado una condena generalizada esta semana por autorizar la venta de más de 20 000 millones de dólares en armas adicionales a Israel, que, con su guerra genocida, asola la Franja de Gaza. Pero, lo que no se dice es que una empresa de armas en Canadá fabricará municiones por valor de más de 60 millones de dólares como parte de esa venta.
Abogados, defensores de los derechos humanos y otros expertos denuncian que esto plantea serias dudas sobre la opaca naturaleza del régimen de exportación de armas de Canadá, ya que dichas armas podrían usarse en violaciones de derechos humanos en el extranjero, caso palestino.
“Dado el terrible historial de Israel de violar el derecho internacional humanitario a través de su operación en Gaza, incluso algunos casos pueden constituir crímenes de guerra, de ninguna manera es apropiado que Canadá suministre esta munición”, dijo Gallagher, investigadora del grupo canadiense de investigación sobre la paz Project Ploughshares, a la cadena catarí Al Jazeera.
🇺🇸💲325 mil millones es el monto que ha pagado el contribuyente de EE.UU. para armar a Israel desde 1946
— HispanTV (@Nexo_Latino) August 14, 2024
🔺Desde octubre de 2023 la ayuda supera los 8 MIL MILLONES
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¿Cómo llegan las municiones fabricadas en Canadá a manos de sionistas?
Según los expertos, el meollo de la cuestión es una relación comercial especial entre Estados Unidos y Canadá, a través del llamado Acuerdo de Producción Compartida de Defensa.
Estados Unidos, el mayor socio comercial de Canadá, es el mayor mercado para productos de defensa fabricados en Canadá y representa alrededor del 49,1 % de todas esas exportaciones. Cuando Canadá se unió al Tratado sobre el Comercio de Armas (ATT) en 2019, buscó garantizar que su adhesión al pacto de las Naciones Unidas no afectara su antiguo régimen de exportación de armas con Estados Unidos.
“Canadá se ha beneficiado enormemente de su relación privilegiada de defensa con Estados Unidos, y es importante no socavar este acuerdo”, señaló el Gobierno canadiense en un comunicado cuando se unió al tratado internacional.
Lo que tampoco se dice es que Canadá no informa sobre la mayoría de las transferencias de armas a su vecino del sur, ni exige permisos específicos para ellas.
“Y además de eso, no se incluirán en los informes oficiales de Canadá sobre sus exportaciones de armas a Israel”, continuó Gallagher. “Estos serán extraoficiales”, zanjó.
Henry Off, abogado radicado en Toronto y miembro de la junta directiva del grupo Abogados Canadienses por los Derechos Humanos Internacionales (CLAIHR), puntualizó que todo lo anterior destaca “cuán defectuoso es el sistema de exportación de armas [de Canadá]”.
Demuestra “con qué facilidad [las armas] pueden terminar en Israel simplemente porque pueden pasar por Estados Unidos”, explicó.
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