En el marco de una encuesta elaborada esta semana por el canal HispanTV, se pregunta a los lectores por qué el nuevo presidente de Brasil, que tomó posesión del cargo el martes, es conocido como el “Trump tropical”.
Más de la mitad de los encuestados (53,8 %) opina que el apodo tiene que ver con su conducta e ideología, muy similares a las del presidente de EE.UU., Donald Trump. Los dos presidentes han sido acusados de misóginos y racistas y xenófobos, enemigos de la prensa tradicional, etc. Es más, después de la primera vuelta de las elecciones de Brasil, el mismo mandatario del gigante amazónico se declaró “admirador” de Trump.
El 25,6 % de los participantes en la encuesta considera, sin embargo, que el apodo le viene de la alineación de sus políticas con las del inquilino de la Casa Blanca.
Bolsonaro, en realidad, se ha mostrado partidario de las políticas de su homólogo neoyorquino y no escatima esfuerzos para fortalecer sus lazos con la Administración de Trump. Incluso llegó a decir el jueves que analiza la posible instalación de una base militar estadounidense en suelo brasileño.
Un 20,5 % de los encuestados ve más similitudes entre el comportamiento de Bolsonaro, antes y durante su campaña presidencial, y el de Trump en su campaña para ganar las presidenciales del país norteamericano. Incluso el lema de la campaña de Bolsonaro “Brasil por encima de todo” recuerda al de Trump: “Hacer a Estados Unidos grande nuevamente”.
Pese a todo, según una encuesta que se publicó a finales de diciembre por el diario local Folha de São Paulo, el 66 % de brasileños se opone en general a la política exterior de Bolsonaro y a su sumisión al EE.UU. de Trump.
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