El presidente boliviano, Luis Arce, ha acusado al capitalismo de explotar los recursos naturales de la Amazonía sin consideración alguna, aludiendo a la búsqueda desmedida de ganancias como principal motor de esta práctica.
Arce ha planteado también preocupaciones sobre la posible instalación de bases militares en la región por parte de Estados Unidos y Europa, y señaló que algunos países europeos buscan ejercer influencia a través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El presidente boliviano ha urgido a una cooperación coordinada para abordar la deforestación, resaltando la necesidad de enfrentar la minería ilegal y la tala ilícita de árboles que amenazan el ecosistema amazónico.
La Cumbre Amazónica, liderada por el presidente de Brasil, Lula da Silva, busca unificar a las naciones amazónicas en su lucha por la preservación del bioma. Con la presión de la creciente deforestación y la destrucción de 20 000 kilómetros cuadrados de vegetación en 2022, la Amazonía enfrenta desafíos sin precedentes en su historia reciente.
Esta cumbre pretende consolidar una posición común entre los países amazónicos para la próxima Cumbre Mundial del Clima (COP28) en noviembre, donde se presentarán estrategias concretas para la preservación de la selva tropical más grande del mundo.
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