El primer ministro australiano, Tony Abbott, ha anunciado este martes que su país enviará 300 soldados más a Irak a solicitud formal de EE. UU. para ayudar a la denominada coalición militar anti-EIIL formada por Washington.
Esta decisión que tiene como objetivo, a juicio de Abbott, ayudar a entrenar a las fuerzas iraquíes en la lucha contra EIIL, se toma mientras que este país oceánico ya ha desplegado un contingente de 600 militares, entre ellos, 200 fuerzas especiales en el país iraquí, que se ha convertido en el campo de batalla de los países miembros de la coalición.
"Esta decisión marca la nueva fase de la contribución australiana a la coalición internacional para interrumpir, reducir y finalmente derrotar a Daesh", ha afirmado Abbott en una rueda de prensa en Camberra, capital.
Las nuevas tropas australianas se unirán a los 140 miembros de la Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda que están desplazados en Taji, una ciudad al norte de la capital, Bagdad, ha indicado Abbott a los periodistas.
Desde agosto, EE. UU. lidera una coalición internacional en nombre de la lucha contra Daesh a través de una campaña de bombardeos, cuya eficacia y objetivos reales han sido puestos en tela de juicio tras destruir, los aliados, numerosas infraestructuras y observarse entregas directas de armamento a la banda takfirí.
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