En la 33 semana de protestas anti-Netanyahu, cientos de manifestantes se han congregado este sábado cerca de la residencia del premier israelí, en la ocupada ciudad de Al-Quds (Jerusalén), para pedir su renuncia.
Según los vídeos publicados por varios medios, a pesar del peligro por la pandemia del nuevo coronavirus, miles de israelíes marchan, protegidos con mascarillas, portando carteles y banderas negras, para denunciar que Netanyahu debería dejar el cargo mientras enfrenta cargos de fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos en tres casos separados. La reanudación del juicio está programada para esta semana.
También culpan a Netanyahu de dañar la economía de Israel, mientras el índice de desempleo se ubica en cifra de doble dígito tras una serie de confinamientos por la crisis de la pandemia de la COVID-19.
Por su parte, Netanyahu ha rechazado los cargos de corrupción y aduce que las protestas están administradas por los grupos políticos rivales y medios para sacarlo del poder.
El futuro de Netanyahu está por dirimirse el próximo marzo cuando los israelíes acudan a las urnas por cuarta vez en solo dos años, debido a la imposibilidad de formar un gabinete.
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