Durante la marcha, llamada "El gas del enemigo es ocupación", los manifestantes han coreado consignas como "alza tu voz en Amán" y "el pueblo quiere dignidad nacional" para protestar contra el Gobierno jordano por la firma de un acuerdo gasífero para comprar a Israel gas de los territorios ocupados palestinos.
Los movilizados también alzaron pancartas en las que había escrito “Los israelíes violan la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds (Jerusalén), pero Jordania compra el gas israelí”, “El mundo boicotea a Israel, pero Jordania firma un acuerdo con la entidad sionista” y “Comprar el gas israelí es robar sus derechos al pueblo palestino”.
El Gobierno está borrando las cosas y no ha sido sincero desde el principio (…) Su respuesta es que no hay sustituto para el gas israelí, pero hay muchas otras fuentes ", según Campaña Nacional para revocar el acuerdo de gas con la entidad sionista.
Por su parte, el Frente de Acción Islámica de Jordania ha exigido al Gobierno que anule el acuerdo con el régimen Israelí y dedique las enormes sumas de dinero destinadas al mismo a proyectos locales que impulsen la economía del país.
Another main slogan today: 'raise your voice in Amman'. Name of the protest #غاز_العدو_احتلال means 'the enemy's gas is occupation' pic.twitter.com/9AWXeiDnPY
— Mel Plant (@meleppo) September 30, 2016
Además, la "Campaña Nacional para revocar el acuerdo de gas con la entidad sionista", una amplia coalición de grupos de la sociedad civil, activistas, abogados y grupos políticos, está intensificando sus esfuerzos para protestar contra el acuerdo.
"El Gobierno está borrando las cosas y no ha sido sincero desde el principio (…) Su respuesta es que no hay sustituto para el gas israelí, pero hay muchas otras fuentes", ha declarado dicho campaña.
El 26 de setiembre del 2016, Israel anunció la firma de un acuerdo con Jordania, en virtud del cual suministrará anualmente al reino hachemita 45 mil millones de metros cúbicos de gas procedente del yacimiento de gas natural Leviatán, en la ocupada Palestina, durante quince años y por valor de diez mil millones de dólares.
El anuncio no fue bien recibido y el público jordano, que en su mayoría todavía se opone a cualquier "normalización" de relaciones con Israel, se ha manifestado en contra del acuerdo, a pesar de que han transcurrido dos décadas desde la firma de los acuerdos de paz de Wadi Araba entre las dos partes.
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