Tras irrumpir en el recinto de la Mezquita Al-Aqsa, colonos extremistas israelíes han celebrado ceremonias talmúdicas en este lugar santo de los musulmanes.
Un centenar de militares israelíes se concentraron en el ambiente principal y frente a las puertas del recinto, para adoptar serias medidas de seguridad e impidir que los palestinos de Al-Quds entraran en el lugar.
En marzo de 2014, un tribunal del régimen israelí dictaminó un fallo mediante el cual obliga a la policía israelí a proteger a los colonos cuando irrumpen en la Mezquita Al-Aqsa o sus inmediaciones.
A principios de esta semana, colonos extremistas anunciaron su decisión para asaltar a Al-Aqsa los días miércoles y jueves, para celebrar la fiesta judía Purim de Talmud Toráh.
En los últimos meses, las fuerzas israelíes y los colonos extremistas han intensificado sus agresiones contra los visitantes de Al-Aqsa, medida que ha provocado violentos choques entre las dos partes.
Anteriormente, un comité de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) había expresado su preocupación por la situación Al-Aqsa, debido a las repetidas incursiones de las fuerzas israelíes y los extremistas contra este lugar santo.
Los usurpadores israelíes, que se consideran a sí mismos los principales propietarios de los territorios palestinos, desde el inicio de la ocupación, sueñan con destruir la Mezquita Al-Aqsa, a fin de transformarla en un templo judío.
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