El domingo, la cadena América TV emitió nuevas escuchas de una conversación entre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) y Parrilli, en la que supuestamente ella le insta a "salir a apretar a los jueces".
En esta charla telefónica, presuntamente realizada en julio de 2016, la exmandataria y el exjefe de la Inteligencia hablan en tono coloquial sobre las causas judiciales abiertas contra el polémico exespía Jaime Stiuso, apartado de su cargo durante el último mandato kirchnerista.
Eso (la filtración de comunicaciones) es un delito. No lo comete la prensa. Los que son delincuentes son los que han dejado trascender estas escuchas (escuchas de una conversación entre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y Parrilli)", dijo el exdirector de la Inteligencia de Argentina Oscar Parrilli.
"El que aprieta jueces es el poder ejecutivo actual", dijo el lunes Parrilli, ya que a su juicio, el equipo del presidente Mauricio Macri quiere ocultar la situación económica y el descontento social y las altas tasas de pobreza.
Hablando con Radio Rivadavia, el exjefe de la Inteligencia denunció que el Ejecutivo siga cometiendo delitos, incluido la filtración de comunicaciones. "Eso es un delito. No lo comete la prensa. Los que son delincuentes son los que han dejado trascender estas escuchas".
"Cuando ella dice 'apretar' estamos haciendo lo que siempre hicimos, que es reclamar y exigirle a los jueces que investiguen a Stiuso", matizó Parrilli quien dirigía los servicios de inteligencia entre 2014 y 2015 y que también era uno de los principales colaboradores de la exmandataria.
Parrilli recordó que Stiuso estaba siendo investigado por varios delitos, "desde contrabando, espionaje ilegal, abuso de autoridad, enriquecimiento ilícito y entorpecimiento en la investigación del atentado contra la sede de la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA)" de Buenos Aires, que dejó 85 muertos en 1994 y sigue impune.
"Y cuando la presidenta me dice eso (apretar) lo que se trata es de reclamar que esa causa avance", añadió, y aseguró que el caso de la filtración de las llamadas de teléfono supone una "campaña mediática de desprestigio y difamación contra la presidenta".
Stiuso colaboraba estrechamente con el procurador especial de la causa por el atentado contra la AMIA, el fallecido fiscal Alberto Nisman, quien según el fiscal general ante la Cámara del Crimen, Ricardo Sáenz, fue víctima de homicidio. El exespía había culpado a la exmandataria de asesinar a Nisman sin que presentara pruebas directas.
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