Al abrir una conferencia sobre derechos humanos en Venezuela en el Salón de las Américas de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, EE.UU., el secretario general del organismo Luis Almagro, protagonizó el martes un áspero encuentro al ser interpelado por los manifestantes que condenaban sus posiciones contra Venezuela.
Estos ciudadanos, que no pertenecían a ninguna organización y no son invitados por el Gobierno de Venezuela, portaron carteles de "Almagro traidor" y "OEA – US (EEUU) fuera de Venezuela”.
Un manifestante reprochó en inglés a Almagro por concentrarse en denunciar al Gobierno de Venezuela mientras que de la situación política en Brasil o las desapariciones en México “no dice nada”.
Estas personas defienden que Almagro no ha condenado violaciones de derechos humanos en otros países, como la detención de la activista argentina Milagro Sala, aunque lo cierto es que el secretario general pidió su liberación en una carta pública el pasado mes de noviembre.
En la cita, Almagro redobló su enfrentamiento con Caracas y acusó a Maduro de practicar “una dictadura” que encarcela disidentes a voluntad.
Almagro publicó la semana pasada un informe de 75 páginas en el que se refiere a la ruptura del hilo democrático en Venezuela y pide, una vez más, a los miembros del referido ente, suspender a Venezuela del bloque si no cumple con una serie de condiciones.
La postura de Almagro ha generado el repudio de las autoridades bolivarianas, pues, a su juicio, busca reanimar la historia ‘intervencionista y golpista’ de la OEA y “pretende derrocar el Gobierno de Nicolás Maduro”.
Venezuela denuncia con frecuencia el apoyo que brinda Almagro a la derecha nacional y a EE.UU. que, en opinión del oficialismo venezolano, se esfuerzan para que la oposición se haga con el Gobierno de Maduro.
tmv/ktg/hnb