"Hoy escuchábamos el discurso del supuesto juramentado, porque para nosotros eso no existe. Mientras esa Asamblea esté en desacato, nosotros no la reconocemos ni a su directiva. Esa Asamblea es ilegítima", declaró el jueves El Aissami, durante la investidura de la gobernadora que lo sustituirá en el puesto en el estado Aragua, Caryl Bertho.
La Asamblea Nacional venezolana, de mayoría opositora, ratificó el jueves a su nuevo presidente, Julio Borges, quien en su primer discurso tras el acto de juramentación insistió en exigir el abandono del cargo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Hoy escuchábamos el discurso del supuesto juramentado, porque para nosotros eso no existe. Mientras esa Asamblea esté en desacato, nosotros no la reconocemos ni a su directiva. Esa Asamblea es ilegítima", declaró el vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami.
En otra parte de sus declaraciones, El Aissami denunció que la actual mayoría en el Parlamento venezolano tiene como objetivo llamar abiertamente, desde allí, al derrocamiento de un Gobierno constitucional.
“Pero miren ustedes la ironía, el cinismo de esta gente de la derecha que ganó y fue reconocida como tal, ganaron y desde la AN, luego de la juramentación, llaman a derrocar al presidente Maduro y nos dicen que somos una dictadura”, agregó.
A Borges, el vicepresidente venezolano lo calificó de “inmoral, cínico y corrupto”, y comparó sus declaraciones con las del presidente saliente de la AN, Henry Ramos Allup, quien prometió a principios de 2015 a sacar el presidente Maduro en seis meses.
“En esa Asamblea dio el primer discurso el fracasado que hoy salió con más pena y sin gloria, dando pena. Que en 6 meses iba a sacar al presidente Nicolás Maduro. Y salió él…”, concluyó con sarcasmo.
Igualmente, el vicepresidente venezolano advirtió de que Borges fue uno de los políticos “más oscuros” en la época del golpe de Estado de 2002 contra el Gobierno de Venezuela, cuando apoyaba a la dictadura de Carmona Estanga y la disolución de la Constitución Bolivariana.
El miércoles, Maduro rearmó su gabinete, nombrando al abogado El Aissami vicepresidente ejecutivo de la República en lugar de Aristóbulo Istúriz. El puesto es clave porque su titular relevaría al presidente si el mandato de este fuera revocado en un hipotético referendo en 2017.
La difícil situación que atraviesa el país se origina en que la oposición insiste en la importancia de convocar un referendo revocatorio contra Maduro, mientras el oficialismo niega la mera posibilidad de que el Poder Electoral convoque elecciones generales este año o el próximo, y acusa a la contraparte de promover un golpe de Estado.
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