En su intervención el miércoles en una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) sobre la situación en Siria, el representante permanente de Damasco ante el organismo mundial, Bassam Sabbaq, denunció que las constantes agresiones de Israel al territorio sirio y las prácticas criminales que comete a diario la ocupación en el ocupado Golán sirio han agravado la situación en Siria.
El diplomático sirio hizo un llamamiento al Consejo de Seguridad a romper con su pasividad y silencio, cumplir con sus responsabilidades para poner fin a las políticas de ocupación y las agresiones de Israel y responsabilizar a sus autores.
Damasco denuncia que los ataques de Israel al territorio sirio buscan apoyar a los terroristas activos en Siria, y asegura no se quedará de brazos cruzados ante las agresiones, y los israelíes deberán pagar el precio de sus crímenes.
El enviado sirio ante las Naciones Unidas aprovechó, además, la cita para condenar el apoyo que brinda Estados Unidos a los grupos terroristas y las milicias separatistas en Siria. Denunció que Washington utiliza a los extremistas como herramienta para implementar sus planes contra Siria y la región de Asia Occidental.
Sabbaq también alzó la voz contra la presencia ilegal de las fuerzas turcas en el territorio sirio y el apoyo que presta Ankara a los terroristas activos allí, y advirtió que estas acciones obstaculizan el restablecimiento de la seguridad en Siria, azotada por guerra.
Asimismo, enfatizó que el levantamiento inmediato de las medidas coercitivas occidentales y el fin de la presencia militar extranjera ilegal en el territorio sirio son los factores clave para mejorar la situación económica y el bienestar del pueblo sirio.
Por su parte, el representante de Irán ante la ONU, Amir Said Iravani, apoyó, en nombre de la República Islámica de Irán, las demandas legítimas del Gobierno sirio sobre la “retirada completa” de todas las fuerzas militares extranjeras desplegadas ilegalmente en Siria, avisando que la ocupación del territorio sirio ha servido de caldo de cultivo para el terrorismo.
“La lucha contra el terrorismo no debe ser una excusa para debilitar la soberanía y la integridad territorial de Siria”, matizó el diplomático iraní al respecto.
Desde 2011, Siria se encuentra en las garras de un conflicto armado respaldado por ciertos países extranjeros, que luego dieron paso a la presencia de grupos terroristas como Daesh en este país. Damasco denuncia el apoyo generalizado de ciertos países, con EE.UU. a la cabeza, a las bandas takfiríes, así como a los grupos a los que el Occidente se refiere como “rebeldes moderados”.
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