“Una vez más, Estados Unidos demuestra su disposición a dejar que todos salgan de Rukban a cambio de la entrega de ayuda humanitaria al campo. La parte estadounidense busca proporcionar a los milicianos bajo su control todo lo necesario a expensas de las organizaciones humanitarias internacionales”, han criticado los Comités de coordinación ruso y sirio en un comunicado emitido este viernes.
Tras haber censurado el doble estándar de Washington a la hora de defender los derechos humanos y los valores humanitarios, la nota ha criticado que el país norteamericano usa a los refugiados residentes en el campamento de Rukban —ubicado en el sureste de Homs, en la frontera con Jordania e Irak—como moneda de cambio en vez de resolver los problemas del campo por su cuenta propia, tal y como está establecido en el derecho internacional en cuanto a la “parte ocupante”.
Dichos comités cuestionan “las numerosas promesas” que ha dado EE.UU. para influir en los grupos militantes con el fin de facilitar la evacuación de los desplazados sirios en la zona y arremete contra las autoridades norteamericanas por haber frustrado el plan de Moscú y Damasco para entregar en septiembre de 2019 una ayuda humanitaria a la zona de Al-Tanf, en la provincia siria de Homs (centro), con el fin de resolver la crisis de Rukban.
Según reza el comunicado, en este caso, los grupos terroristas que operan en la zona “se apropiaron de la mayor parte de la ayuda humanitaria” y obstaculizaron la misión humanitaria, además de que impidieron la salida a los residentes del campamento.
Robert Ford exembajador de EE.UU. en Siria (2010-2014) afirmó en julio que las fuerzas estadounidenses desplegadas en la base en Al-Tanf no envían ayuda humanitaria a los desplazados en el campo de Rukban.
Señaló que el Ejército estadounidense ha ocupado la región de Al-Tanf y “de acuerdo con el derecho internacional, es responsable de Rukban, sin embargo, Washington afirma que Rukban es un problema solo para Damasco y Moscú.
En Damasco, se le acusa al Ejército norteamericano de respaldar a los grupos terroristas en la zona para prolongar la guerra en Siria. Rusia, a su vez, acusa a Washington de buscar “crear un cuasi-Estado en la orilla este del Éufrates” e impedir que “esos territorios vuelvan a estar bajo el control de las legítimas autoridades” del país árabe.
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