En dos cartas enviadas este jueves por separado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), la Cancillería de Siria les ha recordado su responsabilidad de “mantener la paz y seguridad internacional” y “frenar los crímenes de la denominada coalición anti-EIIL (Daesh, en árabe), liderada por Estados Unidos, contra “los inocentes civiles sirios”.
En su último crimen, señala la Cartera, los cazas de la coalición lanzaron el miércoles nuevo “ataque brutal” contra una zona residencial en la ciudad de Al-Raqa (norte) matando a 17 civiles sirios e hiriendo a muchos otros, incluidos niños y mujeres, además de causar daños a las infraestructuras de la urbe, enfatiza la misiva.
Es más, la coalición lanzó tres ataques consecutivos contra la Iglesia greco-católica de Nuestra Señora de la Anunciación en Al-Raqa, que lo dejó completamente en ruinas, “a pesar de que ningún miembro de Daesh se encontraba dentro del edificio”, recalca.
Teniendo en cuenta todo esto, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores ha denunciado que los ataques aéreos de esta coalición contra las zonas residenciales, emplear misiles, bombas guiadas y bombas de fósforo blanco —internacionalmente prohibido— se han convertido en una “práctica sistemática” de Estados Unidos.
Ha destacado, asimismo, que la “conducta deliberadamente hecha” de la coalición además contraviene con las normas humanitarias internacionales.
La Cancillería siria ha condenado nuevamente los crímenes que comete la llamada coalición anti-EIIL contra la nación siria y ha pedido a los países miembros que lo disuelvan “inmediatamente”, pues, explica, esta coalición se formó fuera del marco de la ONU y sin haber solicitado la autorización de Damasco para realizar misiones en el suelo sirio.
Un total de 189 civiles han muerto desde principios de julio en Al-Raqa a causa de los bombardeos de dicha coalición, indica Baladi, una página web de noticias cercana a los opositores sirios, mientras que, en contraposición, los ataques del Ejército sirio y sus aliados hacen retroceder a los terroristas.
El propio Washington ha reconocido que sus campañas aéreas contra los terroristas del EIIL en Irak y Siria desde 2014 han dejado unas 600 víctimas civiles, mientras que la organización de periodistas independientes Airwars dice que el balance real se acerca a ocho veces más, con al menos 4700 civiles muertos desde ese mismo año.
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