Según reza el texto final de la resolución, aprobada tras realizarse consultas a puerta cerrada, el CSNU “acoge con satisfacción y apoya los esfuerzos de Rusia y Turquía para poner fin a la violencia en Siria e iniciar un proceso político”.
La nota no extiende su respaldo al acuerdo de cese de hostilidades en Siria pactado entre Moscú y Ankara y entrado en vigor el jueves, si bien señala que “se toma nota” de ello dándole bienvenida.
El texto del acuerdo ruso-turco presentado al Consejo (...) aún contiene zonas de sombra”, puntualizó el embajador adjunto francés Alexis Lamek.
Además, cita la importancia de implementar “todas las resoluciones pertinentes” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Siria.
Los diálogos de paz programados para enero en Astana (la capital de Kazajistán), bajo la égida de Irán, Turquía y Rusia, “son una etapa importante” en previsión de la reanudación de negociaciones (entre Damasco y la oposición siria) auspiciadas por la ONU el 8 de febrero de 2017, resalta la resolución.
El máximo órgano de decisión de la ONU también ha pedido la distribución “rápida y sin obstáculos” de la ayuda humanitaria a lo largo de Siria.
Los miembros occidentales del Consejo intentaron a último momento introducir cambios al proyecto de resolución para aclarar el papel de la ONU. Se afirma que Moscú modificó su proyecto inicial ante las reticencias de algunos miembros del CSNU.
En sus argumentos de voto, los representantes de EE.UU., Francia y del Reino Unido lamentaron no haber sido consultados sobre ciertos detalles del pacto. “El texto del acuerdo ruso-turco presentado al Consejo (...) aún contiene zonas de sombra”, puntualizó el embajador adjunto francés Alexis Lamek.
Desde hace más de un lustro, Siria vive sumida en un conflicto desencadenado por grupos armados y terroristas. La reciente tregua no se aplica a los grupos terroristas EIIL (Daesh, en árabe), el Frente Fath Al-Sham (antiguo Frente Al-Nusra, exfilial de Al-Qaeda).
ftn/nii/
mjs/ktg/mnz/rba
