El Alto Comité de Negociaciones (ACN), apoyado por Arabia Saudí, tras reunirse el lunes con las autoridades saudíes en Riad (capital del país árabe), echó por tierra la “política de tierra quemada” del presidente de Siria, Bashar al-Asad.
El portavoz del ACN, Salem al-Meslet, dijo que la oposición confiaba en los “países hermanos y amigos (…) para levantar el embargo de armas sofisticadas impuesto a la oposición”.
Solo el traslado de un MANPOAD sería una cosa muy mala", dijo un funcionario estadounidense al diario local Los Ángeles Times.
Los patrocinadores árabes de los llamados opositores moderados, liderados por Arabia Saudí, han exigido que los ‘rebeldes’ estén equipados con armas avanzadas como MANPAD.
Arabia Saudí desempeñó un papel fundamental en la formación del ACN, considerado como un grupo terrorista por Damasco que viola las treguas declaradas en el país árabe.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., John Kirby, afirmó que en el caso de que Rusia no detenga sus ataques antiterroristas en el territorio sirio, Moscú tendrá que “enviar sus fuerzas a casa en bolsas que transportan cadáveres” y seguir perdiendo sus recursos, incluso sus aviones de combate”.
Asimismo, aseveró que Washington y los aliados de la oposición siria suministrarán MANPAD a los rebeldes para hacer frente a los ataques aéreos.
En las últimas semanas han aumentado los apoyos de los países occidentales a los rebeldes en Siria, de hecho, hace poco, por primera vez desde el inicio de la crisis siria, los grupos armados recibieron lanzacohetes tierra-tierra Grad de última generación, lo que les facilitó recuperar parte de los territorios perdidos en combates contra las fuerzas sirias.
“Solo el traslado de un MANPOAD sería una cosa muy mala”, dijo en mayo pasado un funcionario estadounidense al diario local Los Ángeles Times, bajo condición de anonimato, destacando que las autoridades militares de EE.UU. deberían ‘pensar dos veces’ antes de enviar armas avanzadas a los usuarios inexpertos.
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