“Las relaciones entre Rusia y la OTAN se encuentran en un nivel críticamente bajo”, ha denunciado este miércoles el viceministro de Defensa de Rusia, Alexander Fomin.
De acuerdo al alto militar ruso, esta crisis diplomática se debe al “despliegue de otra carrera armamentística”, la inseguridad mundial, “la degradación total de la arquitectura de seguridad en Europa”, entre otras cuestiones.
Asimismo, ha abordado una reunión del Consejo Rusia-OTAN (la Organización del Tratado del Atlántico Norte) en Bruselas, la capital de Bélgica, en la que la delegación del país euroasiático discutió sus preocupaciones de seguridad en Europa, así como sus borradores sobre garantías de seguridad.
Conforme al texto del ministerio, la parte rusa ha exigido garantías de no expansión de la Alianza Atlántica hacia el este, la obligación de no desplegar nuevos misiles estadounidenses de mediano y corto alcance, lo que puede empeorar drásticamente las condiciones de seguridad en el continente, la restricción de la actividad militar en Europa, así como la exclusión de la acumulación de los llamados “contingentes de avanzada”.
“La parte rusa ha propuesto repetidamente a la alianza que tome medidas para reducir la escalada de la situación. Por parte de la alianza, se ignoraron las iniciativas rusas. Esto crea las condiciones previas para incidentes y conflictos, socava los cimientos de la seguridad”, ha advertido Fomin.
En este contexto, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Alexander Grushko, que era uno de los jefes de la delegación rusa en la reunión, ha alertado de provocar las consecuencias más inesperadas y graves para la seguridad del continente tras un mayor empeoramiento de la situación.
Rusia y OTAN viven unas relaciones tensas por varias razones, incluidas el despliegue de las fuerzas del bloque militar cerca de las fronteras rusas. Moscú alerta de una “respuesta militar” si la alianza no cesa su expansionismo cerca de sus fronteras.
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