Según ha informado este martes el diario local Izvestia, la Cartera de Rusia tiene dos opciones para restaurar el mencionado sistema cerca de Crimea, situada en el mar Negro.
"La segunda opción fue más barata y prevé instalar a partir de los aparatos restantes de una análoga estación (de radar, cuya construcción se quedó) sin terminar desde los tiempos soviéticos", ha detallado el medio, citando una fuente del sector de la industria de defensa.
La segunda opción fue más barata y prevé la instalación a partir de los aparatos restantes de una análoga estación (de radar, cuya construcción se quedó) sin terminar desde los tiempos soviéticos", ha detallado el diario local Izvestia
Sin embargo, la primera opción, la cual consiste en construir una nueva estación, supone gastos más altos, estimados en alrededor de 1500 millones de rublos (casi 23 millones de dólares). Asimismo, se necesitan 15 personas para atenderlo durante 1,5 años, escribe el Izvestia.
El sistema, de acuerdo con la nota, será capaz de detectar y registrar lanzamientos tanto de misiles balísticos, como de los aliados e hipersónicos desde el mar Negro y el Mediterráneo, lo que garantizará la protección del territorio ruso en las direcciones sur y sureste.
Desde el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y Rusia por la crisis de Ucrania, Washington y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han reforzado sus actividades cerca de las fronteras marítimas rusas, lo que según un experto en defensa antiaérea, Mijaíl Jodarénok, ha provocado que Moscú decidiera recuperar su estación militar.

Asimismo, en los últimos meses diferentes informes han revelado la presencia de aviones espía de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos cerca de las fronteras de Rusia. En el mismo sentido, el pasado 21 de abril, un avión de inteligencia de EE.UU. fue interceptado por un caza MiG-31 de Rusia mientras sobrevolaba cerca de la ciudad rusa de Kamchatka, en el Lejano Oriente de Rusia.
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