Una fuente en la Misión Permanente de Irán ante la ONU ha rechazado las recientes declaraciones antiraníes formuladas por el canciller bareiní, el sheij Jalid Bin Ahmad Al Jalifa, quien en su intervención ante la 70ª edición de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en Nueva York (EE.UU.), acusó a Teherán de intervenir en los asuntos internos de Manama, así como de formar y armar a grupos opositores al régimen de Al Jalifa, ha informado este domingo la agencia iraní de noticias Fars.
Con este tipo de acusaciones, las autoridades bareiníes buscan tapar la flagrante violación de los derechos básicos de la mayoría de la nación bareiní (cometida) por parte de la minoría gobernante en ese país. No obstante, intentos de este tipo no coadyuvan a la solución del problema”, según una fuente en la Misión Permanente de Irán ante la ONU
“Con este tipo de acusaciones, las autoridades bareiníes buscan tapar la flagrante violación de los derechos básicos de la mayoría de la nación bareiní (cometida) por parte de la minoría gobernante en ese país. No obstante, intentos de este tipo no coadyuvan a la solución del problema”, según la fuente iraní.
La respuesta de Irán viene en medio de la creciente tensión entre Teherán y Manama, después de que éste último acusara al país persa de inmiscuirse en los asuntos internos de Baréin y como consecuencia convocara el jueves a su embajador en Irán, Rashid Saad al-Dawsari, y ordenara la expulsión del encargado de negocios iraní en el reino árabe, Mohamad Reza Babai.
La República Islámica tomó represalia, y mediante un comunicado emitido el viernes, declaró “persona non grata” al encargado de negocios bareiní en Irán, Bassam Delhan al-Dawsari, y demandó su inmediata retirada de Teherán.
El 13 de septiembre de 2015, la portavoz de la Cancillería iraní, Marzie Afjam, recomendó al régimen de Baréin que se enfoque en zanjar su propia crisis, en vez de eludir sus responsabilidades y lanzar acusaciones infundadas contra otros países.
Desde febrero de 2011, los bareiníes protagonizan manifestaciones casi diarias contra la monarquía Al Jalifa para reclamar, entre otros, el fin del monopolio del poder y la injerencia extranjera, así como la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente.
Irán no negocia con nadie su soberanía sobre las tres islas del Golfo Pérsico
La representación de Irán ante la ONU ha rechazado además las afirmaciones del ministro de Asuntos Exteriores de los EAU, Anwar Mohamad Gargash, ante la 70ª sesión de la AGNU, donde volvió a reclamar la soberanía de su país sobre las tres islas iraníes de Abu Musa, Tonb Mayor y Tonb Menor, situadas en el Golfo Pérsico.
La Misión Permanente de Irán ante la ONU ha reiterado que las tres islas son una parte inseparable del territorio persa y cualquiera reclamación sobre la soberanía de estas o sobre la forma de dirigirlas es “inaceptable y constituye una clara injerencia en los asuntos internos de Irán”.
“Irán siempre ha buscado potenciar sus lazos de amistad con los vecinos sobre la base de la buena vecindad y negociar con ellos las cuestiones regionales, pero es obvio que no son negociables la integridad territorial y la soberanía nacional de la República Islámica sobre esas tres islas”, ha dejado claro.
Teherán rechaza por inopinadas e insostenibles las alegaciones de los EAU sobre la soberanía de Abu Musa, Tonb Mayor y Tonb Menor, subrayando que su pertenencia a Irán se asienta en una realidad histórica e irrefutable, y aporta al respecto documentos históricos que demuestran que dichas islas son parte del territorio de Irán desde el siglo XVIII.
En 1903, los islotes quedaron bajo el control del Reino Unido, pero fueron devueltos a Irán, conforme al pacto firmado en 1971, antes de que los EAU se conformaran como Estado.
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