El portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, ha repudiado el flagrante ataque del ministro israelí de seguridad nacional, el extremista Ben-Gvir, y cientos de colonos judíos, lanzado este jueves, al complejo de la Mezquita Al-Aqsa en Al-Quds (Jerusalén), con motivo de la fiesta del ayuno de la Tisha BAv y para reclamar lo que llama el “dominio” de Israel sobre el lugar sagrado.
“La presencia maliciosa del ministro del gabinete sionista en la Mezquita Al-Aqsa es otra agresión a las santidades islámicas, que hiere los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo, y está condenada”, ha dicho el diplomático persa en Twitter.
Kanani ha matizado que el polémico asalto de Ben-Gvir al tercer lugar más sagrado para los musulmanes y los recientes casos de la quema del Corán, ocurridos en Suecia y Dinamarca, son todos parte de “un proyecto global sionista destinado a profanar las santidades islámicas”.
Se trata del tercer asalto provocativo de Ben-Gvir a la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la Mezquita Al-Aqsa, desde que se incorporó al gabinete ultraderechista del primer ministro, Benjamín Netanyahu, a finales del año pasado.
“Este es el lugar más importante para el pueblo de Israel, donde tenemos que volver y mostrar nuestro dominio. En este día, en este lugar, siempre es importante recordar: todos somos hermanos. De derechas, de izquierdas, religiosos, laicos”, ha indicado el ministro fascista, cuya acción provocativa ha desatado una ola de condenas entre los palestinos y países islámicos.
El Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) ha advertido que “las masivas y continuas incursiones de esta mañana de colonos y ministros del […] enemigo sionista son una peligrosa escalada de la guerra religiosa que libra la ocupación [israelí] contra Jerusalén y la bendita Mezquita Al-Aqsa”.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores palestino ha considerado el asalto a la Explanada por parte de Ben Gvir como “una tapadera oficial israelí para las continuas incursiones y los planes para judaizar la Mezquita Al-Aqsa” en el marco de “los procesos de judaización” de Al-Quds.
Irán ha condenado en los términos más enérgicos cualquier injuria hacia las santidades islámicas, y ha presentado documentos que indican la implicación de Israel en los recientes sacrilegios al libro sagrado de los musulmanes ocurridos en Suecia.
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