El viernes, el jefe del grupo armado Wagner, Yevgueni Prigozhin, acusó al Ejército ruso de bombardear las posiciones de esta organización paramilitar. Tras advertir de que cuenta con hasta 25 000 miembros activos en sus filas, Prigozhin convocó a un alzamiento armado en contra del Ministerio de Defensa de Rusia y pidió a los soldados rusos que no se resistan porque serán eliminados inmediatamente.
Por su parte, las Fuerzas Armadas rusas y otras instituciones gubernamentales de este país rechazaron la denuncia de Prigozhin y anunciaron que se ha abierto una causa penal legítima y fundamentada en su contra por “organizar una rebelión armada”.
En este sentido, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani, ha considerado este sábado el reciente acontecimiento en Rusia como un “asunto interno” de este país. “La República Islámica de Irán apoya el Estado de derecho en la Federación Rusa”, ha agregado el diplomático persa.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, advierte de “una traición” contra su país y asegura que luchará contra cualquier forma de terrorismo.
“Nos enfrentamos a una traición, la ambición desorbitada llevó a una traición contra Rusia […] Es una puñalada por la espalda a nuestro país y a nuestro pueblo”, ha denunciado este sábado Putin, en declaraciones a la nación ruso para abordar la situación en torno al grupo Wagner.
Diferentes regiones de Rusia manifiestan apoyo al presidente Putin, ante los sucesos que protagoniza en el país por el líder del grupo Wagner.
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