“Nos enfrentamos a una traición, la ambición desorbitada llevó a una traición contra Rusia […] Es una puñalada por la espalda a nuestro país y a nuestro pueblo”, ha denunciado este sábado Putin, en declaraciones a la nación ruso para abordar la situación en torno al grupo Wagner.
Putin realiza tales afirmaciones en su primera comparecencia después de que jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, anunciara un levantamiento armado contra el mando militar ruso después de acusar al Ejército del gigante euroasiático de matar a un “gran número” de sus miembros activos, en un bombardeo de las posiciones de la compañía militar privada.
Prigozhin ha anunciado este sábado en un mensaje en su canal de Telegram que su ejército privado ya ha cruzado la frontera rusa y está entrando en la región de Rostov, en el sur del país.
Conforme ha aseverado el jefe del Estado ruso, cualquier revuelta es “una amenaza mortal”; en efecto, ha agregado, las acciones de Prigozhin es un “motín militar”.
El mandatario ha sostenido que las Fuerzas Armadas de Rusia recibieron la orden de neutralizar a quienes participen en la insurgencia armada; además, ha admitido, la situación en Rostov sigue complicada, ya que en la ciudad el trabajo de las administraciones civil y militar está efectivamente bloqueado.
De igual manera, refiriéndose a la guerra civil de 1917 a 1922, Putin ha señalado que las autoridades del país evitarán que se repitan hechos que dividan a Rusia. “Protegeremos tanto a nuestro pueblo como a nuestro Estado contra todas las amenazas, incluida la traición interna”, ha insistido.
“Como presidente de Rusia y comandante en jefe, como ciudadano de Rusia, haré todo lo que esté en mi mano para defender el país, proteger el orden constitucional, la vida, la seguridad y la libertad de sus ciudadanos”, ha resaltado para luego aseverar que “las acciones para proteger la patria de tal amenaza serán contundentes”.
Putin, al mismo tiempo, ha prometido un “castigo inevitable” para “todos aquellos que tomaron deliberadamente el camino de la traición, que prepararon una insurrección armada, que tomaron el camino del chantaje y de los métodos terroristas”.
Asimismo, ha arremetido de nuevo contra los países occidentales por dirigir toda la maquinaria militar, económica e informativa contra Rusia, poniendo énfasis en que Moscú “libra hoy una ardua batalla por su futuro, repeliendo la agresión de los neonazis y sus amos”.
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