“Durante décadas, el Consejo de Seguridad [de las Naciones Unidas] ha eludido su responsabilidad a la hora de hacer rendir cuentas al régimen israelí por sus crímenes debido al apoyo inquebrantable de Estados Unidos”, denunció el jueves, vía Twitter, la Misión Permanente de Irán ante las Naciones Unidas en Nueva York.
La representación iraní llama a la comunidad internacional a poner fin al silencio ante las atrocidades cometidas por Israel contra los palestinos y “actuar unida ante la agresión, ocupación y profanación israelíes de la Mezquita Al-Aqsa”.
El tuit se produjo después de que los militares israelíes asaltaran brutalmente el jueves por segundo día consecutivo la sagrada Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds (Jerusalén), e hirieran a cientos de fieles palestinos con granadas de aturdimiento, gases lacrimógenos, porras y balas de acero recubiertas de goma.
La policía israelí detuvo, además a más de 500 fieles en dos días de su irrupción violenta en el sagrado recinto en pleno rezo en el mes de ayuno Ramadán.
La brutalidad israelí en Al-Aqsa, tercer lugar sagrado de musulmanes, provocó condenas a nivel mundial. La Liga Árabe Así, reclamó a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad que “actúen rápidamente para hacer que Israel detenga esta peligrosa escalada”, al tiempo que advirtió del peligro de un “estallido” de la situación en los territorios palestinos ocupados.
A su vez, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, se expresó “impactado y consternado” por la “violencia” y el excesivo uso de la fuerza por los soldados israelíes en la Mezquita Al-Aqsa.
Las tensiones se extendieron muy pronto, con intercambio de cohetes entre Israel y los grupos de Resistencia palestinos en la Franja de Gaza, y entre la Resistencia libanesa y la ocupación.
Ante tal coyuntura, la Casa Blanca, ignorando la brutalidad israelí en Al-Aqsa, se limitó solo a hacer un llamamiento para que se rebajen cuanto antes las tensiones.
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