En una declaración conjunta sobre el programa nuclear de Irán, Baréin y Egipto cuestionaron el miércoles la naturaleza pacífica del programa nuclear de Irán.
En reacción, el nuevo portavoz de la Cancillería de Irán, Naser Kanani, ha rechazado este jueves dichas acusaciones sin fundamento, tachándolas de “tendenciosas, poco constructivas y motivadas por objetivos específicos”.
Asimismo, tras destacar el papel de la República Islámica de Irán en la promoción de la estabilidad de la región de Asia occidental, ha aseverado que tales medidas hostiles se adoptan para promover la iranofobia y responden a los intereses del régimen de Israel.
“Preservar y consolidar los logros nucleares es un derecho inalienable y legal de la República Islámica de Irán, [mientras que] las capacidades defensivas y misilísticas [de Irán] tienen base en la política estratégica y en el marco de la doctrina defensiva de la República Islámica, y para nada representan una amenaza a los vecinos”, ha enfatizado el portavoz persa.
Kanani, además, ha subrayado la buena voluntad de la República Islámica de Irán en mantener y afianzar las relaciones con sus vecinos, así como con los países árabes e islámicos.
Las autoridades iraníes han asegurado en reiteradas ocasiones que la capacidad militar del país es su línea roja y su doctrina de defensa se basa completamente en la disuasión, y no representa amenaza alguna para los países de la región, ni para las demás naciones, aunque alertan que la República Islámica siempre estará lista para defenderse.
mgh/tqi
