“La venta del petróleo iraní y la devolución de su dinero ha alcanzado condiciones adecuadas e irreversibles”, ha destacado este miércoles el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani.
A través de un mensaje emitido en la red social Twitter, Shamjani ha indicado que “no tiene sentido prometer levantar sanciones que se han vuelto ineficaces mientras se esperan concesiones de la otra parte”.
El alto cargo iraní se ha referido, asimismo, a los esfuerzos de Occidente por utilizar el embargo de petróleo sobre la nación iraní como palanca de presión para obtener concesiones de Irán en Viena (Austria), donde se celebran las conversaciones destinadas a volver a encarrilar el acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)—.
De hecho, el presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, aseveró el viernes que si bien su Gabinete busca el levantamiento de las sanciones impuestas contra la nación iraní, el país persa ha logrado aumentar sus exportaciones de petróleo y el dinero de dichas ventas está retornando al país.
El mandatario iraní también había informado anteriormente del aumento de las exportaciones de petróleo de Irán en 40 % durante su Presidencia.
A su vez, el director ejecutivo de la Compañía Nacional Iraní de Petróleo (NIOC, por sus siglas en inglés), Mohsen Joyaste Mehr, también anunció el 8 de enero el aumento continuo de las exportaciones de petróleo de la República Islámica desde que el actual Gobierno iraní tomara las riendas del país en agosto pasado.
Teherán ha logrado últimamente aumentar tanto la producción como la exportación de petróleo crudo y ha prometido construir nuevas instalaciones de almacenamiento.
Esto se produce mientras Estados Unidos mantiene un duro régimen de sanciones desde mayo de 2018 contra países y entidades que participan en el comercio de petróleo con Irán. El expresidente estadounidense Donald Trump pretendía “reducir a cero” la venta de petróleo iraní y obligar a Teherán a renegociar el acuerdo nuclear de 2015, del que Washington salió unilateralmente, objetivo que no pudo materializar.
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