El portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, ha afirmado este domingo que el régimen de ocupación de Tel Aviv podría estar implicado en el intento fallido de golpe de Estado contra el rey jordano, Abdulá II.
Conforme al diplomático persa, cualquier tensión e inestabilidad en la región de Asia Occidental beneficia a Israel; de hecho, ha agregado, “siempre hay huellas de este régimen en cualquier sedición en los países islámicos”.
“La República Islámica de Irán se opone a cualquier inestabilidad interna e injerencia extranjera, y cree que todos los asuntos internos de los países deben llevarse a cabo dentro del marco de la ley”, ha enfatizado, además de destacar las buenas relaciones que existen entre Teherán y Amán.
El Gobierno de Jordania informó el sábado del arresto de varias figuras destacadas por una presunta intentona golpista contra Abdulá II. Según Amán, las detenciones se habrían llevado a cabo “después de un estrecho seguimiento de seguridad” por amenazas de “influencia extranjera”.
El príncipe Hamza bin Husein, hermano del rey y ex príncipe heredero de la Corona jordana; Bassem Awadalla, exasesor del rey jordano y exministro de Finanzas; y Sharif Hasan bin Zaid, un miembro de la familia real, se encuentran entre los detenidos.
El príncipe ahora en el ojo del huracán, nacido de la reina Nur —de origen estadounidense—, fue nombrado heredero en 1999 por su medio hermano, el rey Abdulá II, a la muerte del padre de ambos, el rey Husein, en cumplimiento de la voluntad de este.
Sin embargo, cinco años más tarde, en 2004, Abdulá II —de madre británica y dieciocho años mayor— se quitó un peso de encima al retirarle la condición de heredero, que desde entonces recae, por defecto, en su propio primogénito.
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