“Los saudíes que ni han logrado ni lograrán sus siniestros objetivos a lo largo de su agresión militar (…) al realizar acusaciones tontas y totalmente infundadas ponen a su fallida coalición bajo más presión”, ha dicho este lunes el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
El Ejército yemení confirmó que sus fuerzas habían lanzado el sábado un misil balístico de largo alcance contra el Aeropuerto Internacional Rey Jalid, en Riad (capital saudí), en represalia a la masacre de civiles yemeníes que está llevando a cabo el régimen de los Al Saud.
El domingo en un comunicado, Arabia Saudí acusó a Irán de estar involucrado en el mencionado ataque. Incluso, llegó a afirmar que los combatientes del movimiento popular yemení Ansarolá operan bajo el “mando directo” de Irán.
En respuesta, el vocero de la Diplomacia iraní ha tachado tales acusaciones de “irresponsables, destructivas y provocativas”. Además, ha dicho que el ataque de los yemeníes es un “acto independiente” ante las agresiones de los Al Saud en su contra.
Los saudíes que ni han logrado ni lograrán sus siniestros objetivos a lo largo de su agresión militar (…) al realizar acusaciones tontas y totalmente infundadas ponen a su fallida coalición bajo más presión”, dice el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
Al mismo tiempo, ha aconsejado a Riad que en lugar de realizar acusaciones infundadas, detenga lo antes posible los ataques contra “la gente inocente e indefensa de Yemen”. Conforme a Qasemi, también es mejor que la monarquía árabe allane el terreno para el diálogo yemení-yemení y el establecimiento de paz en el país más pobre del mundo árabe.
Por su parte, tanto el jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de división Mohamad Ali Yafari, como el ministro iraní de Defensa, el general de brigada Amir Hatami, rechazaron estas acusaciones de “falsas e infundadas”, así como cualquier implicación de Teherán en el ataque.
Emprendida el 26 de marzo de 2015 la ofensiva militar contra Yemen, con el visto bueno de EE.UU. y prescindiendo del permiso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Riad y sus aliados regionales tenían como objetivo restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, meta que no ha sido alcanzada hasta el momento. No obstante, su insistencia ha dejado 33.395 muertos y heridos entre la población yemení.
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