“Irán, al lanzar el 27 de julio el cohete espacial Simorq, volvió a actuar de una manera incompatible con la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU); condenamos estas acciones”, reza una declaración conjunta de los cuatro países difundida por el Departamento de Estado de EE.UU.
Los cuatro aliados, que junto con Rusia y China, forman parte del Grupo 5+1, que suscribió un acuerdo nuclear histórico con Irán en 2015, instaron al país persa a que “no realice más lanzamientos de misiles balísticos y actividades relacionadas”, y prometieron denunciarlo ante el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
La resolución 2231, aprobada en julio de 2015 para apoyar el pacto nuclear, “llama a Irán a renunciar a acciones relacionadas con misiles balísticos que puedan tener la capacidad de transportar armas nucleares”.
No obstante, la República Islámica insiste en que sus misiles y cohetes no transgreden ninguna resolución del organismo mundial, ya que son armas convencionales, de carácter defensivo y no están diseñadas para transportar ojivas nucleares.
Irán, al lanzar el 27 de julio el cohete espacial Simorq, volvió a actuar de una manera incompatible con la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU); condenamos estas acciones”, reza una declaración conjunta de los cuatro países difundida por el Departamento de Estado de EE.UU.
La Casa Blanca, a su vez, aprobó otra tanda de sanciones contra Teherán —la tercera desde la llegada al poder de Donald Trump— por el “exitoso lanzamiento” del cohete portador del satélite iraní Simorq, y prometió seguir contrarrestando el programa de misiles balísticos de Teherán.
El viernes, el canciller persa, Mohamad Yavad Zarif, repudió la retórica de Washington considerándola una “señal de mala fe” respecto al acuerdo nuclear. “Al contrario que Estados Unidos, Irán ha respetado de buena fe la letra y el espíritu del acuerdo nuclear”, y recordó que “cada palabra del acuerdo nuclear se negoció con sumo cuidado”.
La Cancillería iraní respondió a los embargos advirtiendo de que “la República Islámica de Irán no admite ningún límite para sus avances científicos y tecnológicos, y no espera la autorización ni el acuerdo de ningún país” en este campo.
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