El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Bahram Qasemi, ha vuelto a criticar este lunes las declaraciones antiraníes del canciller turco, Mevlut Cavusoglu, quien durante su intervención en la 53ª Conferencia de Seguridad de Múnich (MCS, por sus siglas en inglés), acusó a Irán de llevar a cabo una “política sectaria” y perturbar la estabilidad de la región del Oriente Medio.
Tras reconocer que Turquía es un “importante vecino” de Irán, Qasemi recuerda que Teherán brindó gran ayuda a Ankara durante el golpe de Estado fallido que sufrió.
Esperamos que las autoridades turcas sean más inteligentes en sus declaraciones, así Irán no tendrá que rechazarlas. Tendremos paciencia con Turquía, pero esta tiene un límite”, advierte Bahram Qasemi, portavoz de la Cancillería de Irán.
“Esperamos que las autoridades turcas sean más inteligentes en sus declaraciones, así Irán no tendrá que rechazarlas. Tendremos paciencia con Turquía, pero esta tiene un límite”, advierte el diplomático iraní.
En otra parte de sus declaraciones ofrecidas en su rueda de prensa semanal, se ha referido al viaje que hará el 23 de febrero una delegación iraní a Arabia Saudí para dialogar con las autoridades saudíes.
“Son conversaciones bilaterales sobre la reanudación de la peregrinación a La Meca de los iraníes. La delegación iraní participará en los diálogos, tras recibir una invitación oficial de Riad. Hay que esperar a los resultados”, ha detallado.
Además, ha destacado la visita oficial que el presidente de Irán, Hasan Rohani, hizo a Omán y a Kuwait, para luego afirmar que la política regional de Irán prioriza las relaciones bilaterales con sus vecinos.
Al final de sus comentarios, Qasemi ha aclarado que Teherán no tiene ningún nexo con el Gobierno de Estados Unidos ni lo ha tenido antes.
Cabe mencionar que la visita del presidente iraní se realizó por invitación oficial del rey de Omán, el sultán Qabus bin Said Al Said, y del emir kuwaití, el sheij Sabah Al-Ahmad Al-Yaber Al Sabah.
Teherán ha denunciado en reiteradas ocasiones la política hostil y la retórica antiraní de ciertos Estados de la zona, encabezados por Arabia Saudí, reino árabe que rompió de manera unilateral las relaciones diplomáticas con Irán en enero de 2016.
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