Más de 100 personas, entre ellas varios peregrinos iraníes, perecieron el jueves en un atentado suicida contra una gasolinera de la ciudad de Hilá, a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad (capital iraquí), que tenía entre sus objetivos fieles chiíes que retornaban de participar en la conmemoración de Arbaín.
El mortal ataque, reivindicado por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), se produjo poco después de la conclusión de las multitudinarias marchas en Irak por los rituales de Arbaín, que marcan los cuarenta días del aniversario del martirio del Imam Husein (la paz sea con él), el tercer Imam de los chiíes.
Mediante un mensaje emitido este sábado, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha condenado el acto criminal de los terroristas en Irak y lo ha considerado un “acto de venganza cobarde” por el gran revés que sufrieron los takfiríes en el territorio árabe durante los actos conmemorativos de Arbaín, que se celebraron con plena seguridad.
Asimismo, ha lamentado que actos terroristas similares se produzcan con frecuencia en distintos puntos del mundo, incluidos Paquistán, Nigeria y Afganistán, y que todos estos crímenes vuelvan a encender las alarmas de la amenaza que suponen las corrientes extremistas y sus patrocinadores.
La Cancillería iraní condenó el jueves el atentado en Hilá y aseguró que la tragedia no afectará a lucha de Irán e Irak contra el grupo terrorista EIIL, que últimamente ha sufrido numerosos fracasos en las operaciones de las fuerzas populares y el Ejército de Irak.
En su mensaje, el ayatolá Jamenei ha manifestado también su desolación por el accidente ferroviario ocurrido el viernes en la provincia de Semnan, en el centro-norte de Irán, incidente en el que 45 personas perdieron la vida.

De igual modo, ha expresado su pesar y solidaridad con las víctimas del accidente, trasladado sus condolencias a los allegados de los fallecidos y deseado la pronta recuperación de los heridos en el incidente.
Finalmente, el Líder ha instado a las autoridades a no desatender sucesos de este tipo y a hacer todo lo posible para impedir que se repitan.
El accidente de tren acaeció la mañana del viernes cuando un tren de pasajeros, que circulaba de Tabriz (noroeste) a Mashad (noreste), se detuvo en campo abierto cerca de la estación de Haft Jan (en Semnan) por una avería. Otro tren, que circulaba entre las ciudades de Semnan y Mashad, chocó por detrás con el convoy parado. La colisión hizo que cuatro vagones descarrilaran y se incendiaran.
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