A través de su portavoz Bahram Qasemi, el Ministerio iraní de Asuntos Exteriores ha trasladado sus condolencias y solidaridad a los familiares de las víctimas, el Gobierno y la nación de Irak por el “brutal” ataque contra los civiles.
Más de 100 personas, incluidos 40 peregrinos iraníes (según medios de comunicación persas), han perecido este jueves en un atentado suicida reivindicado por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) que tenía entre sus objetivos fieles chiíes que retornaban de participar en la conmemoración de Arbain, que marca los cuarenta días del aniversario del martirio del Imam Husein (la paz sea con él).
Este brutal e inhumano acto no tendrá el más mínimo efecto en la determinación del Gobierno y el pueblo iraquíes en la incesante lucha contra el terrorismo, mucho menos afectará la insistencia de la República Islámica de Irán en seguir al lado de la oprimida nación de Irak”, afirma el portavoz de la Cancillería de Irán, Bahram Qasemi.
Según relatos de los lugareños, el atacante hizo estallar un camión cisterna en un lugar de descanso de los peregrinos, junto a una gasolinera.
“Este brutal e inhumano acto no tendrá el más mínimo efecto en la determinación del Gobierno y el pueblo iraquíes en la incesante lucha contra el terrorismo, mucho menos afectará la insistencia de la República Islámica de Irán en seguir al lado de la oprimida nación de Irak”, ha detallado Qasemi.
En alusión a los informes preliminares sobre el número de los conciudadanos muertos en el ataque, Qasemi ha asegurado que la Cancillería y la embajada de Irán en Bagdad siguen de cerca la cuestión con seriedad y adoptarán las medidas necesarias para apoyar a los heridos.
El funcionario iraní ha detallado que el ente pondrá al pueblo de Irán al tanto de la cifra exacta de sus ciudadanos fallecidos, cuando se disponga de un informe confirmado y definitivo.
Para Qasemi, este acto de violencia es una “práctica premeditada” y “bárbara” que vuelve a confirmar la frustración de los terroristas por los continuos retrocesos y derrotas militares que sufren en el campo de la batalla, sobre todo en el marco de la ofensiva para la liberación de la ciudad septentrional iraquí de Mosul, la principal plaza y el último núcleo urbano que controlan en este país árabe.
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