“El fracaso de Arabia Saudí en la acogida a los peregrinos de los rituales del Hach (de 2015) pone de relieve que ese país no es digno de custodiar las dos Mezquitas Sagradas del Islam — Masjid al-Haram, en La Meca, y Masjid al-Nabawi (la Mezquita del Profeta), en Medina, ambas en el oeste del país árabe— y esto es una verdad que debe ser conocida en el mundo del Islam”, ha afirmado este miércoles el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en un encuentro con familiares de las víctimas de la tragedia de Mina, ocurrida durante los rituales del Hach de 2015 en Arabia Saudí.
En este contexto, el ayatolá Jamenei ha criticado el mutismo de las organizaciones pro derechos humanos y ha dicho que la mortal estampida tuvo lugar por incompetencia e ineficacia de las autoridades saudíes.
El fracaso de Arabia Saudí en la acogida a los peregrinos de los rituales del Hach (de 2015) pone de relieve que ese país no es digno de custodiar las dos Mezquitas Sagradas del Islam — Masjid al-Haram, en La Meca, y Masjid al-Nabawi (la Mezquita del Profeta), en Medina, ambas en el oeste del país árabe— y esto es una verdad que debe ser conocida en el mundo del Islam”, ha afirmado el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
“Aquí varios miles de personas pierden la vida por incompetencia, imprudencia e inacción de un Gobierno (Riad) y estas organizaciones de derechos humanos y Gobiernos que pretenden ser defensores de los derechos humanos guardan un silencio de muerte y no hablan. No dicen nada”, ha denunciado el Líder iraní.
El Líder de la Revolución Islámica de Irán ha instado a quienes admiran y creen en los organismos internacionales de derechos humanos a aprender una lección de esta “amarga realidad”.
“Muchas veces se escandalizan por los derechos de los animales, pero ahora optan por el mutismo total ante la muerte de miles de personas que perdieron sus vidas en esta tragedia (Mina)”, ha sentenciado.
Abundando en las distintas reacciones, el Líder iraní ha señalado el contraste entre la postura adoptada por el Gobierno iraní y la desatención de países que perdieron a sus ciudadanos en el suceso.
“Excepto Irán, ninguno de los demás países afectados reaccionó debidamente, sino que solo optaron por el mutismo”, ha agregado el ayatolá Jamenei, para después calificar este silencio de verdadero “desastre para la comunidad musulmana”.
Los más criticados han sido, sin embargo, las autoridades de Riad, a las que el Líder iraní ha afeado su comportamiento inadecuado e injustificado.
“Las autoridades saudíes ni siquiera se disculparon verbalmente con los pueblos musulmanes. Son unos descarados y unos sinvergüenzas. Si incluso el incidente no fuera intencionado, sí lo podemos calificar de crimen por incompetencia e ineficacia. ¿Qué garantías hay de que no ocurra algo similar en las mismas circunstancias? El mundo musulmán tiene que exigirles cuentas”, ha sostenido el ayatolá Jamenei.
Para ello, el Líder iraní ha insistido en que los países musulmanes y los supuestos defensores de los derechos humanos formen un comité de investigación sobre el asunto.
“Si los Al Saud están seguros de que no tienen culpa en lo ocurrido, deben permitir que el comité de investigación estudie las diferentes dimensiones de la tragedia de Mina”, ha exigido el ayatolá Jamenei.
Además de la responsabilidad del régimen saudí, el Líder iraní ha señalado la de sus aliados y cómplices en los crímenes cometidos en 2015 durante la celebración de los rituales del Hach.
“El régimen de Arabia Saudi se ha alzado, con el apoyo de Estados Unidos, frente a los musulmanes y derrama sangre de civiles en Yemen, Siria, Irak y Baréin, por lo que se puede contar a Washington y a los demás partidarios de Riad como cómplices de los saudíes en sus crímenes”, ha dicho.
A modo de colofón, el Líder ha llamado a la Administración iraní, en particular al Ministerio de Asuntos Exteriores y a la Organización de Hach y Peregrinación, a cumplir con sus responsabilidades en relación con la tragedia de Mina.
La gestión de Arabia Saudí en las peregrinaciones es cuestionada por varios Estados, como Irán —uno de los países más afectados por dicha catástrofe humanitaria, con 464 muertos—.
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