“Es mejor que las autoridades de Arabia Saudí piensen en corregir sus propios métodos en lugar de lanzar gritos desesperados y repetir alegaciones sin fundamento”, ha manifestado este miércoles el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi.
Las declaraciones de Qasemi aluden a las repetidas acusaciones que el canciller saudí, Adel al-Yubeir, había lanzado más temprano desde Pekín (capital china) contra la República Islámica. El ministro saudí dijo que Irán busca la inestabilidad en el Oriente Medio, en particular en Yemen, donde, a su juicio, Teherán apoya al movimiento popular Ansarolá para que llegue al poder.
Es mejor que las autoridades de Arabia Saudí piensen en corregir sus propios métodos en lugar de lanzar gritos desesperados y repetir alegaciones sin fundamento”, ha afirmado el portavoz de la Cancillería de Irán, Bahram Qasemi.
Además de afirmar que Riad no permitirá que Ansarolá asuma el poder en Yemen, el jefe de la Diplomacia saudí aseveró que Arabia Saudí continuará la campaña militar que emprendió en marzo de 2015 contra su vecino sureño en apoyo del expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi.
En este sentido, el vocero de la Cancillería iraní ha hecho hincapié en que los altos cargos de Riad con sus grandes errores estratégicos están atascados en el fango sangriento del terrorismo y la matanza de niños y mujeres inocentes en Yemen, Siria e Irak, por lo tanto, les advierte de que es mejor que piensen en sus propias faltas.

El funcionario iraní ha denunciado que el reino árabe intenta tapar asuntos reales como su implicación en las operaciones terroristas más terribles del mundo y en el infanticidio que comete en Yemen usando sus ingresos derivados de la venta del petróleo.
Mientras tanto, ha proseguido, hoy en día, todo el mundo sabe bien que el origen de las desestabilizaciones de la región es el régimen de los Al Saud y el Wahabismo, como el eje principal de la vida política de ese país.
Qasemi también subraya que los saudíes deben tomar lecciones del destino de los sediciosos internacionales, como exdictador iraquí Saddam Husein, quienes pensaban que el apoyo de los poderes mundiales era incesante e insistían en sembrar el terror.
El canciller de Arabia Saudí acusa a Irán mientras en reiteradas ocasiones Teherán ha afirmado que no tiene como objetivo intervenir en los asuntos internos de otros países de la región, en particular Yemen.
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