• Presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani.
Publicada: miércoles, 22 de junio de 2016 0:39
Actualizada: jueves, 7 de diciembre de 2017 3:54

El presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, advirtió de que la revocación de la ciudadanía del prominente clérigo chií el sheij Isa Ahmad Qasem imposibilita cualquier solución pacífica a los problemas internos de Baréin.

“La revocación de la nacionalidad a sheij Isa Qasem es una señal del fin del régimen de los Al Jalifa. La medida de ayer (lunes) contra Qasem es un nuevo eslabón en la cadena de medidas inhumanas de este régimen contra su pueblo”, afirmó el martes Lariyani.

Si el régimen de Al jalifa cree que puede controlar la crisis política interna que atraviesa y solucionarla con este tipo de medidas está sumamente equivocado, añadió.

A su juicio, la decisión es parte de una serie de medidas "inhumanas", incluidas la represión de la disidencia política, la manipulación de los fondos religiosos chiíes, así como la matanza y la represión de civiles en Baréin, que, de hecho, solo reivindican sus derechos legítimos de manera pacífica.

Lariyani hizo estas declaraciones un día después de que la pequeña monarquía del Golfo Pérsico decidiera revocar la nacionalidad al sheij Ahmad Qasem, al que acusa de “propagar el extremismo”.

“La revocación de la nacionalidad a sheij Isa Qasem es una señal del fin del régimen de los Al Jalifa. La medida de ayer (lunes) contra Qasem es un nuevo eslabón en la cadena de medidas inhumanas de este régimen contra su pueblo”, afirmó el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani.

 

En la misma jornada, los parlamentarios iraníes emitieron un comunicado en el que condenan la medida contra Qasem y la califican de ‘imprudente’ decisión por parte de las autoridades de Baréin.

Las reacciones a tal decisión no se hicieron esperar: desde la propia nación bareiní, que salió a las calles para mostrar su rechazo a esta medida, hasta el aliado de los Al Jalifa de la otra parte del mundo, es decir, Estados Unidos, que expresó su profunda preocupación al respecto.

La ONU considera "claramente injustificada" la decisión de Baréin de revocar la nacionalidad de sheij Qasem, teniendo en cuenta que no se siguió el debido proceso.

La organización internacional pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció, a su vez, la decisión de los Al Jalifa y advirtió de que la medida llevará a "Baréin a los días más oscuros que ha visto desde las protestas y represiones (iniciadas) en 2011".

Esta medida de los Al Jalifa, que se produce después de suspender todas las actividades del principal partido opositor Al-Wefaq y considerar la fotografía como un acto terrorista, podría complicar la situación en este país inmerso desde 2011 en un caos sociopolítico.

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