“El cierre de la embajada no tendrá ningún beneficio. La guerra de embajadas no traerá ninguna victoria para Arabia Saudí, que tarde o temprano se verá obligada a aceptar las realidades”, ha resaltado el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Husein Yaber Ansari, en un programa televisivo.
El cierre de la embajada no tendrá ningún beneficio. La guerra de embajadas no traerá ninguna victoria para Arabia Saudí, que tarde o temprano se verá obligada a aceptar las realidades”, resalta el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Husein Yaber Ansari.
En este sentido, Yaber Ansari ha subrayado que un gran número de importantes países del mundo islámico, como Indonesia, Paquistán y Turquía, han rechazado unirse a la campaña saudí contra Irán.
En cuanto a la decisión del Gobierno sudanés de romper sus lazos con Irán, el diplomático persa ha denunciado que este país africano, envuelto en diversas crisis, fue seducido por los petrodólares del régimen saudí.
Además, ha criticado al régimen de Baréin de seguir las políticas antiraníes de los saudíes y suspender sus relaciones con el país persa.
“Baréin ha definido a sí mismo como un protectorado de Arabia Saudí y era de esperar que adoptara las mismas medidas” que tomó el régimen de Riad, ha agregado.
Por otra parte, ha denunciado que las autoridades saudíes pretenden crear tensiones y crisis en la región para facilitar el logro de sus propios objetivos.
“La política de Arabia Saudí consiste en una guerra en todos los frentes y un enfrentamiento total contra las realidades”, ha manifestado Yaber Ansari.
El pasado domingo, el régimen saudí anunció la ruptura de las relaciones con Irán pretextando las enérgicas críticas de Teherán por la ejecución del prominente clérigo chií, el sheij Nimr Baqer al-Nimr, por parte de Arabia Saudí y el asalto a sus sedes diplomáticas en el país persa.
En una carta dirigida al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, insistió el viernes en que Irán no quiere una escalada de tensiones, lamentando que el régimen de Al Saud parece empeñado en arrastrar a toda la región a la crisis.
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