• Fuerzas israelíes limitan el acceso a la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds (Jerusalén), 28 de julio de 2017.
Publicada: martes, 8 de agosto de 2017 18:15

La organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) alerta que Israel intenta mantener una sólida mayoría judía en Al-Quds (Jerusalén).

“Israel pretende tratar a Jerusalén como una única ciudad, pero la realidad es que aplica un conjunto de reglas para los judíos y otro para los palestinos”, ha advertido este martes la directora de HRW para Oriente Medio, Sarah Leah Whitson, criticando el doble sistema legal que el régimen de Tel Aviv aplica a los palestinos para mantener su permiso de residencia en Al-Quds.

Tras la ocupación israelí de la parte oriental de Al-Quds en 1967 durante la Guerra de los Seis Días y su posterior anexión, el régimen de Israel aplicó progresivamente una ley que ofrece una residencia permanente a los palestinos, la misma que un extranjero obtiene si quiere vivir en los territorios ocupados.

Como parte de su búsqueda de consolidar una mayoría judía en Al-Quds, las autoridades israelíes fuerzan a los palestinos a vivir como extranjeros en sus propias casas, ha denunciado Whitson.

"El estatus de los palestinos se mantiene seguro siempre y cuando no ejerciten su derecho a viajar, estudiar o trabajar fuera, y siempre que no se muden al barrio equivocado u obtengan ese estatus en otro país", ha lamentado.

Israel pretende tratar a Jerusalén como una única ciudad, pero la realidad es que aplica un conjunto de reglas para los judíos y otro para los palestinos”, alerta la directora de HRW para Oriente Medio, Sarah Leah Whitson.

Desde 1967 hasta el año 2016, el régimen israelí retiró el estatus a más de 14.595 palestinos de Al-Quds, de acuerdo con datos oficiales de las autoridades israelíes.

Durante los últimos años, varias organizaciones y figuras destacadas advierten de los esfuerzos de Israel por judaizar Al-Quds. Conforme a la Institución Internacional de Al-Quds, la estrategia de Israel para judaizar Al-Quds, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes, se basa en tres puntos: la expulsión de los residentes árabes de la ciudad, sus sustitución por colonos y cambiar la estructura de la ciudad.

La citada Institución también añade que el régimen de Tel Aviv implementa dicha estrategia a través de la creación de un “cinturón de seguridad” alrededor de Al-Quds. Este “cinturón de seguridad” se conforma mediante el establecimiento de importantes puestos militares cerca de las zonas sensibles, la construcción de carreteras de acceso seguro entre los asentamientos ilegales y el aislamiento de Al-Quds de otras ciudades palestinas.

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