“Advertimos de las consecuencias de las recientes medidas israelíes en la Mezquita Al-Aqsa y las categorizamos como un nuevo paso para judaizarla”, resaltó el sábado el representante de la OCI ante el Gobierno palestino, Ahmad al-Rawizi.
En este contexto, mencionó la colocación de habitaciones de vidrio en las explanadas de la Mezquita, en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), y lo consideró como “el inicio” de una nueva fase de la conspiración israelí para degradar este lugar sagrado.
Advertimos de las consecuencias de las recientes medidas israelíes en la Mezquita Al-Aqsa y las categorizamos como un nuevo paso para judaizarla”, resalta el representante de la OCI ante el Gobierno palestino, Ahmad al-Rawizi.
La iniciativa, prosiguió, tiene lugar después de que el régimen de Tel Aviv impusiera su política de división temporal de la Mezquita y permitiera el acceso diario de colonos israelíes a las explanadas.
El titular árabe se refirió a las excavaciones israelíes en la zona, la detención y la violación de los guardias de la Mezquita como otras señales de los planes expansionistas israelíes.
En las últimas décadas, el régimen israelí ha hecho lo imposible para financiar y lograr cambiar la composición demográfica de Al-Quds y acabar con su identidad islámica mediante la construcción de asentamientos ilegales, destruyendo lugares históricos, matando y expulsando a la población palestina.
El régimen de Tel Aviv, que se considera a sí mismo el principal propietario de los territorios palestinos, sueña con destruir esta mezquita para transformarla en un templo judío, desatendiendo la suma importancia que tiene este lugar para toda la comunidad islámica.
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