Mahmud Abás exigió en una carta al entrante presidente de EE.UU., Donald Trump, que no mueva su legación en los territorios palestinos ocupados, y aseguró que tal medida polémica socavaría cualquier proceso de paz entre palestinos e israelíes.
"El mandatario ha pedido al presidente electo de Estados Unidos que no dé este paso que tendría consecuencias destructivas en el proceso de paz, la solución de los dos estados y la seguridad de la región, ya que la anexión de Al-Quds por parte de Israel va en contra del Derecho Internacional", según recogió el lunes la agencia de noticias oficial palestina, Wafa.
El mandatario ha pedido al presidente electo de Estados Unidos que no dé este paso que tendría consecuencias destructivas en el proceso de paz, la solución de los dos estados y la seguridad de la región, ya que la anexión de Al-Quds por parte de Israel va en contra del Derecho Internacional", dijo el presidente palestino, Mahmud Abás.
El titular palestino remitió además, misivas similares a los presidentes de Rusia, China y Francia, a la canciller alemana, a la primera ministra británica, a los máximos responsables de la Unión Europea, la Unión Africana, la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), el Movimiento No Alineado (MNA), y el secretario general de la Liga Árabe. Abás llamó a todos los líderes mundiales a no escatimar esfuerzos para evitar el traslado de la embajada estadounidense a la ciudad de Al-Quds (Jerusalén).
Durante la campaña electoral, el magnate republicano Donald Trump adelantó que, de ser elegido, trasladaría “con bastante rapidez” la embajada estadounidense de Tel Aviv a Al-Quds.
El Congreso norteamericano aprobó, en 1995, una ley que ordena el traslado de la embajada de EE.UU. a Al-Quds, pero deja la decisión al presidente. Desde entonces, todos los presidentes se han negado a hacerlo, citando intereses de seguridad nacional de Estados Unidos. Por tal motivo, las actuales autoridades estadounidenses han advertido a Trump de las consecuencias destructivas de esta medida.
Últimamente, el saliente secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, alertó del peligro de este gesto porque provocaría "una explosión, una tremenda explosión en la región; no solo en Cisjordania e Israel, sino en toda la región" de Oriente Medio.
Las autoridades palestinas han rechazado tajantemente esa decisión polémica. Dicen que constituye una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y contraviene la resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).
ftm/rha/nal