“La región del Kurdistán nunca se convertirá en un lugar para amenazar los intereses y la seguridad de la República Islámica de Irán”, enfatizó el domingo Masud Barzani, expresidente de la región del Kurdistán iraquí (2005-2017) y líder del Partido Democrático del Kurdistán.
En una reunión con el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, en Erbil (capital del Kurdistán iraquí), Barzani destacó los lazos fuertes entre Teherán y Bagdad.
Al mismo tiempo, subrayó el papel inolvidable desempeñado por el excomandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani —asesinado en enero por EE.UU. en Irak—, en la derrota del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
El canciller iraní, a su vez, enfatizó que la República Islámica siempre ha buscado relaciones amistosas entre Bagdad y Erbil.
En la cita, ambas partes también hicieron hincapié en la necesidad de expandir las relaciones comerciales mientras observan los protocolos de salud a raíz del brote del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Zarif llegó a Erbil el domingo por la noche (hora local), después de un viaje a Bagdad (capital iraquí), donde sostuvo varias reuniones con funcionarios iraquíes de alto rango, entre ellos el primer ministro Mustafa al-Kazemi y el presidente Barham Salih.
En una rueda de prensa conjunta con su par iraquí, Foad Husein, el jefe de la Diplomacia persa reafirmó el apoyo de Irán a Irak ante la amenaza de Daesh y la violación de su soberanía por EE.UU.
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