• Un grupo de soldados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte reunidos en la base de Taji, al norte de Bagdad, capital iraquí, 7 de febrero de 2020.
Publicada: domingo, 23 de febrero de 2020 10:37

Irak exige la salida de todas las tropas extranjeras de su territorio sean de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o de Estados Unidos.

En declaraciones concedidas a la agencia de noticias Al-Maluma y publicadas este domingo, Ahmad al-Kanani, representante de la coalición Al-Fath en el Parlamento iraquí, ha criticado el reinicio de las actividades de la Alianza Atlántica, encabezada por EE.UU., en el país árabe.

Estados Unidos está tratando de forzar su presencia militar a través de la OTAN y esto es inaceptable y contrario a la decisión del Parlamento y la solicitud del Gobierno iraquí para el repliegue de las tropas extranjeras”, ha enfatizado.

Al-Kanani ha dejado claro que el Parlamento ratificó el 5 de enero la salida de todas las fuerzas foráneas y que no hay ninguna excepción en este caso.

 

Al respecto, ha subrayado que Al-Fath, una de las facciones políticas iraquíes con mayor número de diputados, apoya al Gobierno del primer ministro Muhamad Tawfiq Alawi, si pone en práctica la decisión del Parlamento, si bien, ha señalado que esto “será la prioridad” de la Administración de Alawi.

Alawi que fungirá como el nuevo premier de Irak hasta que se celebren elecciones anticipadas en el país, espera el anuncio de la fecha de una sesión extraordinaria para recibir el voto de confianza del Parlamento para su gabinete.

Las declaraciones de Al-Kanani responden a unos comentarios que Gabriel Soma, asesor del presidente de EE.UU., Donald Trump, hizo la semana pasada sobre las conversaciones que mantiene Washington con sus socios europeos y las autoridades iraquíes sobre la salida de sus tropas. Soma recalcó que las negociaciones se están realizando con esta precondición: las fuerzas de la OTAN deben reemplazar a los militares estadounidenses.

 

La expulsión de los militares de Estados Unidos se planteó después de que el 30 de diciembre, las fuerzas norteamericanas bombardearan varias posiciones de las Fuerzas Armadas de Irak, en el distrito de Al-Qaim, en la provincia de Al-Anbar (oeste).

Sin embargo, la gota que colmó el vaso y aceleró el proceso fue el asesinato el 3 de enero del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, y de Abu Mahdi al-Muhandis, subcomandante de Al-Hashad Al-Shabi, en un atentado perpetrado por Washington en Bagdad, capital iraquí, contra el convoy en el que viajaban.

La agencia libanesa de noticias Alahed publicó el miércoles que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, había alertado que el bloque militar aumentaría y reanudaría sus misiones de entrenamiento—paralizados hace un mes y medio— en Irak, conforme ha pedido el presidente estadounidense, Donald Trump.

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