El acuerdo fue pactado por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y su secretario Político, Íñigo Errejón, tras dos horas de negociación encerrados en el despacho del líder de la formación morada, en el marco de la reunión del Consejo Ciudadano Estatal –máximo órgano directivo de Podemos– que celebró ayer sábado el partido.
Ambos dirigentes acordaron conformar un equipo técnico de siete personas para organizar la segunda Asamblea Estatal de febrero, de las cuales tres son afines a Iglesias; otras tres a Errejón; y uno perteneciente a la tercera familia del partido, los ‘anticapitalistas’.
En este sentido, el actual secretario de Organización y afín a Iglesias, Pablo Echenique, ejercerá de portavoz, junto con la diputada autonómica Clara Serra, del sector errejonista. El primero estará acompañado por sus compañeros de corriente Juanma del Olmo y Ana Domínguez, mientras que el tridente errejonista lo completa Pedro Palacio junto con el exsecretario de Organización, Sergio Pascual, destituido por Iglesias hace nueve meses. La séptima persona es Manuel Garí, de la corriente de los ‘anticapitalistas’.
No obstante, el acuerdo entre el líder y su número dos se trata de mínimos teniendo en cuenta que el grueso de las reglas de la celebración de la Asamblea de Vistalegre II se decide en una consulta a las bases que comienza el lunes, y en la que ambos presentan propuestas diferenciadas.
Iglesias idea una votación conjunta de los documentos político y organizativo y las listas de candidatos, mientras Errejón la quiere por separado, y ambos sugieren un método distinto de cómputo de los votos para la composición de los órganos de dirección. Iglesias, el llamado sistema "Desborda", que favorece a la lista mayoritaria, mientras Errejón propone un sistema que a su juicio es más proporcional.
Asimismo, en el marco de discrepancias entre ambos dirigentes, hace una semana Iglesias mandó una carta abierta a su secretario Político, en la que, reconociendo los matices que podría exponer Errejón a sus ideas o el hecho de que no estaría de acuerdo con algunas de sus propuestas, le ha pedido no “empujar a Podemos a una deriva extremista”.
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