El grupo parlamentario formado por Izquierda Unida (IU) y Podemos ha registrado hoy martes en el Senado español una petición de comparecencia para que Aznar rinda cuentas en el Pleno específicamente sobre la participación de España en la invasión de Irak durante su mandato.
La propuesta de Unidos Podemos, que ha contado con el apoyo de otros partidos como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Compromís, En Comú Podem y En Marea, es un paso necesario, ya que España "es el único país donde no se han rendido cuentas" ni de la intervención, ni de sus costes ni de las consecuencias, ha enfatizado hoy mismo la portavoz adjunta de Unidos Podemos en el Senado, Maribel Mora.
El portavoz de ERC en el Senado, Santiago Vidal, ha señalado que su grupo ya pidió la creación de una comisión de investigación sobre la implicación de España en el conflicto de Irak. Además ha recordado que
el informe Chilcot —difundido por el Parlamento británico en julio— demostró que no se habían agotado las vías pacíficas antes de lanzar operaciones militares, por lo que el exjefe del Ejecutivo español debería dar explicaciones.
Esta petición no ha sido bien recibida entre los diputados del Partido Popular (PP), el partido que encabezaba Aznar y que dispone ahora de mayoría absoluta en el Senado. El vicepresidente primero del PP en este órgano, Pedro Sanz, ha argumentado que revisar los acontecimientos relacionados con la invasión de Irak no es una de las prioridades de los ciudadanos y ha considerado que volver a sacar el tema a la palestra es como "hablar del paleolítico".
Aunque la portavoz de Unidos Podemos ha reconocido que el PP se negará a la comparecencia, por lo que esta no será admitida, ha asegurado que en su formación quieren escuchar "los motivos políticos" que van a dar. "Va a ser bastante interesante", ha apostillado.
El informe Chilcot, aunque se centra en la actuación británica, nombra en varias ocasiones a Aznar, debido a su estrecha relación con el ex primer ministro Tony Blair y con el expresidente estadounidense George W. Bush, que por aquel entonces utilizaron su poder para impulsar la invasión, en contra de las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Aznar, según muestra este extenso informe, también presionó a México y Chile, que en aquel entonces ocupaban un asiento rotatorio en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), para que apoyaran la invasión y la consideraran legítima.
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