El pasado viernes 15 de marzo se recordará como el día de una horrible masacre contra los musulmanes en Nueva Zelanda. Ese día un terrorista supremacista blanco abrió fuego en dos mezquitas en Nueva Zelanda asesinando a 50 personas y dejando a otras tantas heridas. La Congregación de Eruditos Musulmanes de El Líbano quiere rendirles tributo en este acto.
Los asesinados eran de diferentes nacionalidades, migrantes en busca de una vida en paz. A las motivaciones xenófobas del atacante, sin embargo, les superan otras: la islamofobia, el odio al musulmán. Una tendencia en peligroso avance, alimentada, dicen aquí, por la política del presidente de EE.UU., Donald Trump, y silenciada por algunos países árabes.
El mensaje también es hacia los periodistas, especialmente los occidentales, que muchas veces caen en reflejar erróneamente el Islam.
Estamos ante un fenómeno de extremismo mundial. Los ataques contra la comunidad musulmana, dicen aquí musulmanes suníes y chiíes, exigen la unidad de toda la Umma (la comunidad islámica), preservando la defensa de la paz y de sus lugares sagrados.
Isabel Pérez, Beirut.
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