Esta familia participa en esta marcha del Día Internacional del Trabajador. Miles de trabajadores esenciales les acompañan en una caminata desde la Casa Blanca hacia el Congreso. Alzan sus voces ante un Gobierno que poco a poco se sacó la careta y pasó a ser custodio de intereses oligárquicos, pero también esclavista a través de su maquinaria migratoria.
Lo que se inmortalizó con una huelga y subsecuente masacre de heroicos trabajadores en Chicago el 1 de mayo de 1886 es —hoy en día— la continuidad de la interminable lucha por el control de los medios de producción. La mayoría (de los trabajadores) explotada para mantener a una minoría parasitaria de capitalistas, propietarios de monopolios.
Como nunca antes, el movimiento internacional de los trabajadores se ve bajo el asedio de los neo esclavistas. En los próximos años se calcula que más de 600 millones de personas en el así llamado primer mundo podrían quedar desempleadas como resultado de la automatización de sus fuentes de trabajo.
La inteligencia artificial no envejece, no enferma, no requiere salarios, visados, ni protecciones laborales. Y lo que queda al final son sistemas marginales de labor de esclavitud creados y diseñados para explotar la necesidad financiera de las familias de los trabajadores.
Marcelo Sánchez, Washington
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