• Un paciente es llevado a la sala de emergencias del Centro Hospitalario Elmhurst en Queens, Nueva York, EE. UU., el 30 de marzo de 2020.
Publicada: sábado, 6 de junio de 2020 23:54

Al menos 600 trabajadores sanitarios han muerto en Estados Unidos, como consecuencia del coronavirus, causante de la COVID-19, desde el principio de la pandemia.

Casi 600 empleados sanitarios estadounidenses en contacto directo con pacientes de coronavirus han fallecido, tras contagiarse de la enfermedad respiratoria, según un escrutinio elaborado conjuntamente por el diario británico The Guardian y la organización Kaiser Health News (KHN), con sede en San Francisco (California).

El estudio, titulado Lost on the Frontline (Perdidos en el frente), precisa que entre los fallecidos se encuentran médicos, profesionales de la enfermería y empleados esenciales en los hospitales, como bedeles o administrativos.

La mayoría de los identificados son personas de raza negra o asiática, de acuerdo con las estimaciones, muy superiores a las ofrecidas por la organización encargada de este tipo de balance, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU.

De hecho, este órgano, que cifra los fallecidos en 363, ha reconocido que el balance de muertos entre los facultativos sanitarios es mucho mayor del que estiman sus estadísticas dada la carga de trabajo que tienen en otros ámbitos para controlar la enfermedad. La institución ha estimado que alrededor de 9300 profesionales de la salud del país norteamericano han dado positivo por la COVID-19

El personal sanitario debe desempeñar sus labores en una precaria situación, denuncia Lost on the Frontline, y pone como ejemplo que estos trabajadores se han visto obligados a usar bolsas de basura para protegerse, o usar mascarillas faciales reutilizables mientras atienden a los pacientes del virus mortal.

 

El estudio documenta asimismo otras tendencias preocupantes, como la falta de coordinación entre hospitales y administración a la hora de establecer unos mínimos de seguridad para protegerse de los contagios.

De acuerdo con este análisis, el balance de los fallecidos solo incluye a trabajadores sanitarios expuestos directamente a los pacientes y no a profesionales que fallecieron tras contagiarse por otras causas.

La gestión caótica del Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, de la crisis provocada por COVID-19, ha desatado una ola de críticas dentro EE.UU., donde un gran número de ciudadanos y gobernadores han alertado de consecuencias irreparables, si el inquilino de la Casa Blanca sigue su actual política frente a la pandemia.

Trump, además de enfrentar críticas por el manejo de la pandemia, ahora encara reproches por la forma cómo intenta sofocar las múltiples protestas antirraciales protagonizadas en las calles de diversas partes de EE.UU. por miles de estadounidenses indignados ante el racismo y la brutalidad policial, a raíz del asesinato del afrodescendiente George Floyd a manos de un policía en la ciudad de Mineápolis (Minesota). 

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