• Parte de la base estadounidense de Ain Al-Asad en la provincia iraquí de Al-Anbar destruida por un ataque de misiles iraníes.
Publicada: viernes, 24 de enero de 2020 2:08
Actualizada: viernes, 24 de enero de 2020 21:04

El jefe del Pentágono, Mark Esper, evita referirse al tema de las víctimas de los ataques de represalia de Irán contra dos bases de EE.UU. en Irak.

No conozco esos números (…) es algo que podemos rastrear para usted. Esas son cosas que normalmente no informamos, ha escrito Barbara Starr en su cuenta de Twitter tras preguntar a Esper sobre el número de los posibles heridos del ataque con misiles de Irán.

La madrugada del 8 de enero, la División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán lanzó una serie de misiles contra la base aérea estadounidense Ain Al-Asad, ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar, y una base en Erbil, capital de la región del Kurdistán iraquí, en represalia por el asesinato del comandante de las Fuerzas Quds del CGRI, el teniente general Qasem Soleimani, en un ataque selectivo de EE.UU. en Bagad (capital iraqui).

El Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) dijo el pasado viernes que solo 11 de sus soldados habían sido transferidos a hospitales fuera de Irak para recibir tratamiento médico, pero el martes, aunque no concretaron cifras, reconocieron que habían enviado más soldados al Centro Médico Regional Landstuhl en Alemania.

 

El representante demócrata Bill Pascrell presionó el jueves al Pentágono después de que el presidente Donald Trump minimizara la gravedad de las lesiones de las tropas estadounidenses en el ataque de Irán.

En una carta enviada a dos altos funcionarios del Pentágono, Pascrell dijo que la descripción de Trump de las lesiones “expresó que él no considera la lesión cerebral como una herida en combate”.

“Los comentarios del presidente son preocupantes y muestran una clara falta de comprensión de los efectos devastadores de la lesión cerebral”, ha recalcado.

El miércoles, se le preguntó a Trump sobre la disparidad de las declaraciones iniciales de los funcionarios estadounidenses de que no hubo víctimas en el ataque y la revelación posterior del Pentágono.  

“Escuché que tenían dolores de cabeza y un par de cosas más, pero puedo informar que no es muy grave”, dijo Trump a los periodistas.

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