“La única razón por la cual las fuerzas sirias han tenido éxito ha sido por el apoyo aéreo que han recibido de Rusia”, ha aseverado este jueves el secretario estadounidense de Estado, Rex Tillerson, reconociendo la efectividad de las operaciones militares que ha iniciado Moscú desde septiembre de 2015 en Siria para derrocar a los extremistas.
Así, ha admitido tras una reunión mantenida con el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, en la ciudad suiza de Ginebra, antes de su encuentro con la misión de EE.UU. ante dicho organismo internacional.
Sus palabras se emiten en momentos que el Ejército sirio, con el apoyo de Rusia y otros aliados, ha logrado grandes avances ante las bandas takfiríes y mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, asevera la liberación de más del 90 por ciento del territorio sirio.
La única razón por la cual las fuerzas sirias han tenido éxito ha sido por el apoyo aéreo que han recibido de Rusia”, ha aseverado el secretario estadounidense de Estado, Rex Tillerson.
De igual modo, Tillerson ha reiterado que Washington no ve lugar para el presidente sirio, Bashar al-Asad, en el Gobierno del país árabe. “El reinado de la familia Al-Asad llega a su fin, el único problema es cómo lograrlo”, han señalado.
El alto diplomático estadounidense ha destacado que la Casa Blanca apoya el hecho de revivir el proceso de paz de Ginebra para el país árabe a fin de lograr una “Siria unificada”, pero al mismo tiempo insiste en su retórica anti-Damasco y la ratificación de un Gobierno “sin ningún papel para Bashar al-Asad”.
Estados Unidos vuelve a arremeter contra el legítimo Gobierno sirio mientras el mandatario actualmente se halla en una posición superior respecto a los disidentes sirios, algo no experimentado hasta la fecha.
El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió a mediados de este mes de octubre de que la coalición que lidera EE.UU. protege a los terroristas como EIIL (Daesh, en árabe) o Frente Al-Nusra (ahora autodenominado Frente Fath Al-Sham) en Siria para volver a su ‘plan B’: derrocar al presidente sirio.
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