Según un informe redactado por el analista político Doug Bandow y publicado el viernes en la página web The National Interest, el polémico discurso del mandatario estadounidense, Donald Trump, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) le benefició a Corea del Norte y perjudicó a Estados Unidos.
En concreto el analista advierte de que las amenazas lanzadas por el presidente estadounidense contra Corea del Norte sirven solamente para hacer aún más determinado al líder norcoreano, Kim Jong-un, para desarrollar armas nucleares ya que cree inminente una posible agresión militar en su contra.
Del mismo modo recuerda que Pyongyang, contrario a lo que cree Trump y varios de sus altos mandos, no es un “régimen suicida” que lanzaría armas nucleares contra sus enemigos sin provocación alguna y afirma que las autoridades norcoreanas buscan tener un arsenal nuclear que pueda servir como una fuerza disuasoria ante Estados Unidos.
“Kim, como su padre y su abuelo, no muestra signos de ser suicida. Su preocupación principal, aparte de mantener control doméstico, es preservar el régimen frente a las presiones de Estados Unidos”, se lee en el texto.
Además el presidente estadounidense, con amenazas como “destruir totalmente“ a Corea del Norte, ha causado que los ciudadanos norcoreanos se pongan más unidos que nunca y apoyen aún más a las autoridades norcoreanas.
Kim, como su padre y su abuelo, no muestra signos de ser suicida. Su preocupación principal, aparte de mantener control doméstico, es preservar el régimen frente a las presiones de Estados Unidos”, dice el analista político Doug Bandow.
El líder norcoreano, a su vez, criticó que el “comportamiento mentalmente trastornado del mandatario estadounidense” en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dejó claro que este, con sus medidas hostiles y su falta de ética, pretende “destruir totalmente” otro Estado soberano.
Para tratar de resolver la tensión en la península coreana Bandow le aconseja a Trump terminar los anuales juegos de guerra que celebra con Corea del Sur y retirar sus tropas del suelo surcoreano dado que la cercanía de las fuerzas militares estadounidenses y sus actos provocativos han sido la principal causa por la que Pyongyang desarrolla armamento nuclear.
También aboga por el diálogo con Pyongyang y presionar a las dos Coreas a negociar un acuerdo de paz (la Guerra de Corea que tuvo lugar desde 1950 hasta 1953 terminó con un alto el fuego por lo que las dos naciones están aún, técnicamente, en guerra) y a dialogar para disminuir sus diferencias.
Con la instalación de la actual Administración estadounidense se han disparado las tensiones entre Estados Unidos, sus aliados y Corea del Norte, de modo que muchos analistas y expertos advierten de posibles guerras entre Pyongyang y Washington y sus aliados en la región.
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