El viernes, el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, acusó al Gobierno de Cuba de provocar manifestaciones contra el sistema neoliberal en varios países latinoamericanos, entre ellos Venezuela.
En reacción, Miguel Díaz-Canel tachó la misma jornada de “perversas” las acusaciones de Washington y denunció la política de presiones y amenazas que Estados Unidos mantiene hacia la isla caribeña.
“A Estados Unidos se le ha complicado la situación en América Latina y en el mundo ante los desmanes que ha cometido y comienza a buscar pretextos ante los problemas que tiene en materia de política exterior ese Gobierno”, lamentó, en declaraciones ofrecidas a la prensa en la ciudad de Las Tunas (centro-este).
El mandatario cubano insistió, además, en que La Habana no tiene nada que ver con las manifestaciones que se realizan en la región, si bien, subrayó que Cuba sí es solidaria con los pueblos latinoamericanos, porque Latinoamérica es nuestro hogar, recalcó.
Las protestas del pueblo latinoamericano, prosiguió, ponen de manifiesto que estas naciones se lanzan a las calles precisamente cuestionando el neoliberalismo y sus desmanes.
Por otro lado, Díaz-Canel calificó de “mentiras” las promesas de Washington de que se normalizarían las relaciones bilaterales si Cuba cambia su modelo político. “A veces llegan las ideas de que, si abandonamos una posición u otra, si abandonamos la solidaridad, el apoyo, para nosotros se abrirían las puertas y eso es una mentira”, agregó.
Entre tanto, el presidente cubano insistió en que La Habana no se pondrá de rodillas ante el hostigamiento de Washington, pues, destacó, Cuba es un país que ha querido construir un ideal que puede ser el que no quiere el Gobierno de Estados Unidos.
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